Conserva una sonrisa perfecta tras el tratamiento de maloclusión. ¡Descubre cómo mantener tus dientes alineados y evita recaídas!
La maloclusión es un trastorno común que afecta a muchas personas en todo el mundo. Se caracteriza por una mala alineación de los dientes y las mandíbulas, lo que puede provocar problemas dentales y de salud en general. Después de recibir tratamiento para corregir la maloclusión, es crucial mantener los dientes alineados para evitar que los problemas vuelvan a aparecer. En este artículo, exploraremos en detalle qué es la maloclusión, por qué es importante mantener los dientes alineados y cómo se pueden cuidar adecuadamente después del tratamiento.
¿Qué es la maloclusión?
La maloclusión se refiere a una mala alineación de los dientes y las mandíbulas. Esto puede manifestarse de varias formas, como dientes apiñados, separados, sobremordida (los dientes superiores cubren demasiado los inferiores al cerrar la boca) o mordida cruzada (los dientes superiores encajan dentro de los inferiores). La maloclusión puede ser causada por factores genéticos, malos hábitos orales, lesiones y el desarrollo de la mandíbula y los dientes.
Existen diferentes tipos de maloclusión, que se clasifican según la forma en la que los dientes y las mandíbulas están desalineados. Algunos ejemplos comunes incluyen:
- Maloclusión de Clase I: Los dientes están correctamente alineados, pero las mandíbulas no encajan adecuadamente.
- Maloclusión de Clase II: Los dientes superiores se superponen significativamente a los inferiores, lo que se conoce como "sobremordida".
- Maloclusión de Clase III: Los dientes inferiores sobresalen por delante de los superiores, lo que se conoce como "submordida" o "mordida cruzada anterior".
- Apiñamiento dental: Los dientes están amontonados y no tienen suficiente espacio en el arco dental.
- Separación dental: Hay espacios excesivos entre los dientes debido a una falta de alineación.
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